por Leticia Floresmeyer
Como estudiante de comunicación siempre pensé que mentir en los medios, sobre todo en el periódico, tenía que ser un suceso extremadamente difícil para quien lo perpetrara. En mi inocente mente imaginaba a todos los periodistas con una ética inquebrantable y una necesidad absoluta de demostrar la verdad. Ahora me doy un poco de lástima.
Yo fui una de las estudiantes que estuvo presente el once de mayo en la conferencia de Enrique Peña Nieto. Escuché el embrollo quimérico de discurso del entonces candidato a la presidencia y junto con miles de compañeros mi enojo creció a lo largo del mismo.
El enojo se transformó en un incendio cuando el candidato no contestó las preguntas que se le hicieron, incluyendo una sobre la deuda en Coahuila que dejó Humberto Moreira, quien dejó la gubernatura para dirigir al PRI. Peña tampoco contestó algunas otras preguntas sobre las anomias y la educación en México, para finalizar en una pregunta rogada y gritada que quería respuestas sobre la masacre de Atenco.
Algunas personas podrán abogar que el candidato contestó las preguntas. Pero cuando el discurso detrás de las respuestas está vacío ¿qué tanto podemos considerarlas respuestas y no retórica?
Ahí estoy yo de blanco, con una copia de la máscaras de Salinas que sacamos durante la conferencia .
El doce de mayo la etérea nube ideológica en la que flotaba con mi moralidad petulante se desintegró al ver lo que se había plasmado en los medios de comunicación. Al escuchar que se nos había llamado porros y acarreados, que habían dicho que éramos estudiantes entrenados en “otros lados” se me fue desvaneciendo el mundo en el que vivía. Se me retuerce el estómago de pensarlo porque yo fui testigo de la espontaneidad del momento. Fui testigo del enojo sincero de estudiantes que esperaban más del candidato puntero. Tristemente esperábamos una pequeña convicción del destino al que estábamos condenados, la esperanza radicaba en que este destino por lo menos pudiera rendir cuentas.
Portada que se repitió en los periódicos Sol en todo México.
Mi enojo se torna más hacia estos medios de comunicación, porque en la política, al igual que muchos, nunca he tenido tanta fe. Mi rabia se irradia hacia estos reporteros que nunca hicieron su trabajo. Me acuerdo leer las columnas de Ricardo Alemán, quien además es un periodista galardonado y fundador de La Jornada, y pensar que si esos eran los periodistas de mi país a quienes se premiaba, la carrera que yo quería perseguir no tenía futuro. Dejo claro que hay muchos otros periodistas que son admirables, responsables y que arriesgan la vida por una sociedad informada. A ellos son a quienes tengo de luz en toda la oscuridad mediática.
A ocho meses del acontecimiento puedo decir que YoSoyMásDe131 que alguna vez estuve involucrada en #YoSoy132 y que cuando encuentre mi camino dentro del movimiento me gustaría volverlo a ser por la gente tan dedicada y maravillosa que hay dentro. Puedo decir que no soy ni Panista ni Perredista (como nos declararon varios medios en el momento), y obviamente no soy priista (-inserte su figura religiosa de elección- me salve) . Soy ahora una anémona que flota buscando regresar a esa ideología que me convencía que había la posibilidad de construir un mejor futuro. Una ideología que yace rota y empolvada y ahora dificulta la credibilidad de todo periódico que pasa por mis manos.
Referencias:
http://www.oem.com.mx/laprensa/notas/n2538912.htm
http://www.eluniversalmas.com.mx/autor/ricardo_aleman.html
http://www.24-horas.mx/video-el-mal-dia-de-pena-nieto-en-la-ibero/
Espacio Crítico 20 
Me gusta, mucho.
Excelente artículo!! muy valiente, me volvió la fé hay gente joven, honesta y con ideales!!
Me encanto la franqueza con la que escribes. Ojalá que con gente como tu, la honestidad regrese a los medios.
Bravo Lety!, …Mexico siempre necesitara y agradecera el tener personas que nombren las cosas como son!
Como comentamos en clase, es importante la pasión que transmite tu texto. Sería importante que dieras los nombres de los periodistas a los que admiras. El título me parece confuso. ¿Qué quisiste decir con «la pérdida de una ideóloga»? ¿Ideología o idealismo?
Para mí también fue muy fuerte lo que ocurrió con los medios y las redes sociales aquel 11 de mayo. Fijé mi posición en contra de lo que consideré como discurso del odio, tanto de una cuenta que «supuestamente» promovía la candidatura de Josefina como de un periodista, José Ureña, que promovía agresiones contra una alumna de la Ibero. Aquí el link a mi texto por si te interesa conocer mi posición y las reacciones que generó. http://elecciones2012mx.wordpress.com/2012/05/14/visita-de-pena-nieto-a-la-ibero-el-factor-jan-herzog-y-el-discurso-de-odio/